viernes, 25 de julio de 2014

El pasto es mejor aprovechado por un rumiante que el combustible por un motor de combustión interna. Revalorando a los Rumiantes y a los Forrajes

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                En los últimos años se ha instalado en la opinión pública y en el ámbito científico que los rumiantes son los responsables principales del calentamiento global, porque emiten grandes cantidades de gas metano. Pero esos cuestionamientos oportunistas, simplificadores y unilaterales no consideran las ventajas que poseen los rumiantes, como la capacidad para digerir la fibra de los forrajes para producir un alimento básico como la leche. Además de la carne y un gran número de productos. Cuando consideramos la eficiencia con la que las vacas generan un alimento esencial con forrajes y granos principalmente y la comparamos con los combustibles y los motores utilizados para los desplazamientos y los trabajos con maquinarias, encontramos lo siguiente:



      Con 10 litros de combustible, en el motor más rendidor (diésel a revoluciones constantes), 6 litros de la energía química potencial se pierden como calor y los 4 restantes dan energía para el desplazamiento o el trabajo de maquinarias (parte de la cual se pierde por diversas resistencias de rodadura y otras causas). En el mejor de los casos, entonces, aprovecharemos para el fin específico sólo 2 litros. Expresado de otra forma: 80% del combustible fósil que usamos se disipa como calor o por pérdidas diversas.

   Un rumiante, en promedio y groseramente cada 10 kg de Materia Seca que consume, 3,5kg  los usa para mantenimiento (metabolismo basal) y con el resto produce groseramente 6 litros de leche o 600 gramos de peso vivo en producción de carne. Con la diferencia que parte de los 3,5 kg del ejemplo y lo no digerido del total (groseramente otros 3,5 kg de MS) se reciclan como materia orgánica que se pueden utilizar como enmiendas o para producir bioenergía. En el caso de la leche, con menos de 2 kg de MS forrajera producimos 1 litro de leche. Una eficiencia buena, ya que en una hectárea podemos producir en promedio 12.000 kg de MS. Algo así como 7.ooo litros de leche con buenos cultivares, energía fósil y gran cantidad de energía solar. Expresado de otra forma: 60% de la materia seca forrajera que utiliza un rumiante se desaprovecha directamente; pero una parte importante de la misma es reutilizable. Podemos decir entonces que:

Los motores térmicos son máquinas con un despilfarro energético de consideración.

Los rumiantes son animales que digieren la fibra de los forrajes para transformarla en ácidos grasos volátiles para producir leche con buen aprovechamiento energético.

En los motores la energía no aprovechable se disipa, en los rumiantes gran parte de la misma es reutilizable



Con una ventaja adicional para los rumiantes: la mejora en la eficiencia en los motores de combustión interna está limitada y casi en su máximo teórico. En cambio la producción de forrajes con menor costo energético y mayor rendimiento energético (digestibilidad) con nuevos cultivares, con nuevos eventos biotecnológicos, con el aprovechamiento de efluentes como enmiendas orgánicas y la producción de alimentos funcionales, entre otros, ya se están desarrollando para aumentar la eficiencia de los rumiantes y por ende la sustentabilidad.

        En los cálculos se consideró un forraje como alimento principal, con 65% de digestibilidad. Como subproducto de la fermentación y de la producción de ácidos grasos volátiles se produce el metano en cuestión

        Si bien en la comparación no se consideró la energía fósil necesaria para producir el forraje y acondicionarlo, tampoco se consideró la logística para transportar y almacenar el combustible desde la destilería, que representa un gasto energético importante.