sábado, 1 de marzo de 2014

El silaje de maíz refuerza el rol del grano y complementa a las pasturas y a la alfalfa

De los tres cultivos más importantes en el mundo, arroz, trigo y maíz, sólo este último tiene un uso más diversificado del grano y la planta completa (o planta entera) es la que mejor se adaptada al ensilaje.
La particularidad de poder utilizar toda la planta y conservarla de una manera simple y segura como alimento energético para rumiantes, suma un atributo a los ya vastos que tiene el grano con sus diversas razas y tipos.
En alimentación humana el maíz harinoso y el dulce son los más utilizados en forma directa en el mundo y en América Latina en particular. En forma indirecta, se agregan los productos surgidos de la industria como edulcorantes para diversos usos en panificación y bebidas entre otros, alcoholes en varias bebidas, almidones como componentes en un sinnúmero de alimentos, aceite y productos derivados, maíz dulce fresco y enlatado y finalmente saborizantes, colorantes, salsas y muchos más. Todos los usos de los derivados industriales mencionados anteriormente representan alrededor del 20% del consumo interno de grano en nuestro país. El 80% restante del consumo interno es para producción animal, principalmente en vacunos, aves y cerdos, en ese orden en Argentina, como ya vimos en otra entrega. Como subproductos de la industria con destino a la producción animal hay que sumar harinas zootécnicas, gluten meal y gluten feed, provenientes de la molienda seca y molienda húmeda del grano de maíz.
En la alimentación animal ya vimos en otra entrega el uso proporcional para rumiantes, aves y cerdos, Ahora nos centraremos en la utilización como grano y como planta entera para la producción de carne y leche y haciendo un análisis comparativo del destino del cultivo para grano y del uso del cultivo para silaje de planta entera.
            Para comenzar podríamos describir qué pondera un productor de maíz cuando decidió su siembra. A) Puede ser simplemente un productor de grano para la venta tanto para el consumo interno como para exportar. Este tipo de productor no participa directamente en el uso que se le dé al mismo. B) Una alternativa es que una vez decidida la siembra no sepa qué proporción y qué uso hará del mismo hasta el momento de la cosecha. Dentro de esta categoría puede haber productores que conserven una parte para la hacienda o producción porcina y aviar. O que según el estado de sus pasturas y sistema productivo (suponemos que tiene vacunos) decida antes de madurez fisiológica picar una parte para silaje. Este tipo de productor, considera de antemano, que el híbrido que sembró es apto para cualquier destino. Es probable que quien le vendió el híbrido lo asesore razonando en consonancia con esas costumbres generalizadas. C) Una alternativa más profesional y racional es que al momento de la siembra sepa las necesidades de grano y de silaje para su propio establecimiento y sólo se acomodarán las superficies para cada destino según las condiciones de desarrollo de los cultivos. Seguramente tendrá un híbrido granífero de punta y un híbrido doble propósito (denominación vasta y poco precisa, que ya veremos en otra entrega) o con aptitud silera. Ya mencionamos en otra entrega que hay híbridos graníferos que tienen mejor comportamiento como sileros y hasta ahora, específicamente sileros no hay, aunque alguno pueda tener un gen como el bm3 (nervadura marrón) o alguna combinación convencional patentada (no OGM) que los hace más competitivos por el valor nutritivo de la planta entera.
Los tres ejemplos mencionados en el párrafo anterior, simplifican la realidad y la hacen más comprensible para nuestro objetivo, pero variantes y combinaciones de las tres pueden encontrarse en gran cantidad.
            El título de esta entrega alude a la importancia del silaje de planta entera y se mencionan a las pasturas en general y a las de alfalfa en particular. Se hizo con la finalidad de resaltar la importancia del silaje complementando y suplementando pasturas de todo tipo, aunque reconociendo la importancia de las pasturas de alfalfa por su aporte seguro y prolongado de proteína y fibra de bajo costo. No está de más resaltar aquí que la alfalfa es la especie forrajera más importante a pesar de la sojización y que el silaje de planta entera (principalmente maíz y sorgo) incrementó su participación gracias a la sojización.
            El rol del grano de maíz en la alimentación de los rumiantes no necesita que se lo promueva. Lo que vamos a aclarar es que no siempre el grano es utilizado bien y mucho menos en forma planificada o programada. Como es una salida relativamente simple, aunque más costosa, ante la falta de pasturas y silajes es a lo primero que se recurre, algo esperable y a grandes rasgos conveniente para esos casos. Ratificamos entonces que el grano estará presente en cualquier sistema en algún momento y forma parte de la dieta diaria en un sistema intensivo. Utilizado equilibradamente y eficientemente, el grano asegura más producción a más bajo costo.
            Cuando mencionamos la planificación de los cultivos y de las proporciones necesarias de grano y silaje como una manera más racional de disponer de dietas más equilibradas y acorde a las necesidades de las categorías de animales y grado de intensificación, estaban implícitos tres componentes básicos de la dieta: pasturas, forrajes conservados y granos. Y según categorías de animales y sistemas productivos en un extremo estarían sólo las pasturas y en el otro extremo una gran cantidad de forrajes conservados y concentrados (con una gran participación de granos). La planificación que proponemos y que productores de punta practican, es una ecuación simple que considera esos tres componentes del sistema y donde se conciben siembras, cultivares, ciclos y rotaciones para producirlos según los requerimientos de los animales del sistema. En el otro extremo estarían ajustes diarios o semanales no programados, generados por circunstancias propias del sistema o de precios del mercado, algo más parecido al tradicional “revoleo” que dedica más tiempo a la compraventa que al manejo productivo, tanto de los productores como de los asesores del sistema.

                        Sintetizando, el silaje de planta entera en cantidades y calidades acordes a las necesidades del sistema productivo, valoriza aún más el aprovechamiento del grano como suplemento o como parte del concentrado y complementa a las pasturas de todo tipo, anuales o perennes, gramíneas o leguminosas. El silaje es un alimento suplementario y complementario porque tiene energía y fibra. Energía del almidón del grano y fibra del resto de la planta que es también un componente energético y regulador de la actividad ruminal. Por eso es suplemento y complemento a) de pasturas con altos niveles de proteína, b) de pasturas con bajo contenido de Materia Seca, c) de dietas con altos niveles de concentrado aportando fibra y evitando trastornos ruminales, Y un buen silaje con contenidos de grano alrededor del 40% del total de la MS, aporta hasta el 50% de las dietas TMR de animales de alto requerimiento. O sea, el silaje de maíz de planta entera aporta como suplemento, como complemento y puede ser el principal componente de una dieta. De ahí su uso generalizado en la ganadería mundial y su participación incipiente pero firme y en evolución permanente en nuestro país. La sojización aceleró un proceso que más tarde o más temprano se hubiera dado de todas formas.