jueves, 20 de febrero de 2014

Consecuencias de la Sojización = menos pasturas y MÁS SILAJES

La relación entre los cultivos, por ejemplo soja/cereales es cada vez mayor y se debe a que se obtiene un mayor margen, menor riesgo y menor costo con la soja. Pero no sólo afecta la relación entre cultivos leguminosas/gramíneas, sino que las pasturas tradicionales disminuyeron la superficie a menos de la mitad ya que muchos suelos con algunas limitantes o más aptos para pasturas,  actualmente están sembrados con soja. Cuando analizamos la relación soja/maíz y sorgo para silaje, la misma no es comparable con la relación cuando esos cultivos son para grano, ya que no se puede reemplazar el silaje energético de estas dos gramíneas por la soja en un sistema ganadero o agrícola-ganadero. Tampoco el margen es comparable, ya que el silaje para usar en el propio establecimiento sufre una transformación en origen produciendo carne o leche con valor agregado y es un alimento estratégico para esas producciones pecuarias, ya sea por el costo o por lo que significa el aporte de fibra y energía a los rumiantes. Aquí conviene resaltar nuevamente el aporte estratégico de la fibra y energía de los silajes. Y también conviene destacar que el grano, ya sea de maíz o de sorgo, ven favorecido sus márgenes con respecto a la soja si son utilizados en el establecimiento como suplementos del pastoreo o en raciones.
Con el panorama de la sojización y sus relaciones con la agricultura y la ganadería del párrafo anterior, ahora detallaremos la evolución de los cultivos para silaje y lo que generó en todo el sistema productivo de carne y leche, pero sin abrir juicio sobre la sojización sino sobre sus consecuencias para la evolución y cambio del panorama de las forrajeras y de los forrajes conservados, recalcando lo ya expresado en otra entrega, es decir, que la sojización no tiene marcha atrás, a lo sumo adecuaciones con intercultivos, cultivos de cobertura y otras prácticas disponibles con sustento técnico.
Los cultivos para silaje se concentran en unas pocas especies gramíneas y leguminosas como maíz, sorgo, cebada, alfalfa y soja. Para estas últimas el desarrollo y utilización de inoculantes permitió el ensilado de estas especies para condiciones especiales de requerimientos proteicos. Pero los suplementos proteicos de diverso origen siguen siendo los más importantes así como el aporte de la alfalfa en pastoreo y como heno. Con el fenómeno de la sojización se manifestó más la necesidad de recurrir a forrajes conservados energéticos para los sistemas de producción donde las pasturas disminuyeron su participación o fueron desplazadas a suelos con menor aptitud, generalmente con limitantes edáficas. De esos cultivos sobresalen la Moha de Hungría para heno y el maíz y el sorgo para silaje de planta entera.
Con la sojización hubo dos fenómenos en la ganadería:


1)      El desplazamiento de la hacienda, principalmente a suelos de menor aptitud y en superficies concentradas y reducidas. Eso ocurrió en mucha mayor proporción que los desplazamientos regionales o entre eco regiones. Eso se confirma porque la mayor concentración de la ganadería se mantiene en las mismas provincias (ver mapa SENASA)


2)   La intensificación de los sistemas de producción. Este fenómeno puede analizarse y enfocarse de diversos ángulos, aunque observado desde los forrajes conservados tuvo la particularidad de generar una explosión de cultivos anuales forrajeros en desmedro de las pasturas tradicionales y de esos el maíz para silaje triplicó la superficie en una década, acompañado por el sorgo en regiones subhúmedas y semiáridas como en suelos de menor aptitud de la región húmeda y por la moha para heno en todas las regiones húmedas, subhúmedas y semiáridas.

Ahora veamos la importancia relativa que tienen las principales especies con valores promedio que pueden variar según zonas pero que no alteran ni cambian el orden de importancia de cada especie:
Los cultivos más importantes para silaje de planta entera son el maíz y el sorgo ya que juntas representan alrededor del 75% de los forrajes conservados de cultivos anuales. Los rollos de moha  suman alrededor de 10% y el 15% restante es de silaje de grano húmedo y otros forrajes conservados de cultivos anuales.
La forrajera perenne más importante para heno es la alfalfa, mayoritariamente en forma de rollos, ya que representa alrededor del 85% de los forrajes conservados con especies perennes a lo que hay que adicionar alrededor de 7% más de alfalfa que se utiliza para silaje.

Entonces, de las especies forrajeras perennes de la región ganadera central la alfalfa aporta más del 90% de los forrajes conservados y el maíz y el sorgo el 75% de los forrajes conservados de cultivos anuales y alrededor del 95% del total de silajes fibro-energéticos. 

Volviendo al mapa de la distribución de la hacienda, es indudable que la alfalfa, el maíz y el sorgo principalmente y a través de sus henos y silajes reemplazaron y compensaron la disminución de las pasturas en la región de mayor densidad ganadera.  La cantidad y calidad de esos forrajes conservados irá en aumento por dos razones: No se hacen aun henos y silajes en las cantidades necesarias, aunque lentamente se esté revirtiendo y 2) porque todavía parte de ese déficit es cubierto por granos de maíz y sorgo como suplemento o como parte de la dieta. Nos referimos a la parte de la dieta que debería aportar fibra y energía pero sin desconocer que esos granos también son parte indispensable de la suplementación o de las dietas para distintas categorías y sistemas de producción y agregan valor en origen.